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  • sofiazulmora

APRENDE A LEER LA REALIDAD



¡Hola, qué gusto saludarte! En esta ocasión quiero hablarte de aprender a leer la realidad.

Y es que la realidad no está dando muchas respuestas todo el tiempo. No sólo eso, porque desde el paso anterior, ahí en donde surgen las preguntas, ya nos da muchas pistas. Probablemente las preguntas surgen desde un lugar del deseo, un lugar de la carencia, desde la necesidad y por supuesto desde creer saber lo que te conviene.

Como dice ese maravilloso libro Un curso de milagros: nosotros no sabemos qué es lo que más nos conviene. Porque como no tenemos la suficiente percepción para ver ampliamente esta realidad, no podemos saberlo

Decidimos desde nuestro pasado, desde nuestras creencias, desde lo que crees que le ha ayudado a sobrevivir al clan familiar en el que te encuentras.

Por eso, la realidad nos ayuda mucho. Con todas sus sincronicidades, con el día a día… Te voy a poner unos ejemplos que me han sucedido para que puedas comprenderlo mejor.



LA VIDA COTIDIANA TIENE LAS RESPUESTAS

Hace poco tiempo, en un curso que estuve tomando, me sentía sobresaturada. No lograba comprender muchas cosas, no lograba asimilarlas. No sabía cómo bajarlas a lo cotidiano y empezaba a estar fastidiada y harta.

Era un curso que duraba varios días. Al segundo día, recibí un correo electrónico que decía: “todo a su debido tiempo”. ¡Ese simple hecho me cambió todo! El día anterior me sentía enojada conmigo misma, frustrada, y había llegado a preguntar si de verdad estaba en el lugar correcto. Y justamente recibo ese mail en la mañana: todo a su debido tiempo.

Entonces ¡bingo! Hago a un lado lo creo que me conviene, hago a un lado lo que me gusta o no me gusta.

Porque, al recibir ese tipo de mensajes, es como si se te quitara un peso de encima, te das cuenta de que no depende de ti nada más, no tienes que controlarlo todo tú.



EL PROPÓSITO DE LOS "PROBLEMAS"

Te voy a dar otro ejemplo para que tú veas cómo la realidad sí te está contestando y entonces puedas soltar la carga, el peso, la responsabilidad o la culpa que te da tomar una decisión.

En ese mismo curso, que había estado tomando en un país lejano al mío, me encontré con un compañero que resultó ser un gran regalo, porque cuando lo vi me dijo que había llegado hasta ese lugar por mí, lo cual me sorprendió mucho. Eso hizo que platicáramos más y entonces me contó su propio ejemplo:

Él perdió el avión para llegar hasta Argentina al curso. Así que pensó: “esto tiene propósito”. Porque además su siguiente vuelo también se retrasó. No era normal tanta repetición de información.

La realidad le estaba diciendo que todo iba lento. Y cuando él buscó el propósito, se dio cuenta de que había estado postergando un cambio de departamento. Y sabía que le estaban llegando señales para ir a visitar uno nuevo, pero él se resistía porque tenía una idea muy fija de cómo debía ser su nueva casa y, según él, ese no cumplía con las características que necesitaba.

Y sé que a ti también te pasan ese tipo de situaciones. Por ejemplo, la vida te trae una nueva pareja y le pones muchos “peros”. Te trae un nuevo trabajo y pones “peros”. Te trae un cambio y le pones más “peros”.

Así que, cuando él perdió el avión se dio cuenta de que estaba relacionado con su elección de postergar, de no dar el paso a volar, de entregarse a esa libertad. Quería ir lento y la vida le estaba respondiendo a eso.


¿QUÉ PASA CUANDO LOGRAMOS VER EL MENSAJE?


Y la vida también te está respondiendo a ti, por eso te digo: aprende a leer la realidad.

Cuando la realidad te presente una respuesta, la situación que vives dejará de tener una carga tan fuerte, porque verás que, en realidad, te está ayudando mucho.

Si lo que se te presenta parece un gasto o una pérdida, va a ser más bien una enorme ganancia, no sólo en aprendizaje, también en dinero. Porque aunque la vida te dé una señal fuerte en lo económico, si tú lo logras ver, el dinero se duplica, se triplica o llega por otros medios.

No creas que la vida es castigadora. Lo único que es castigador es la percepción que tenemos del evento, del hecho. Pero la realidad no, si tú la ves, ella te da mucho más.

Así que, recuerda: ¿qué necesitas para aprender a leer la realidad? ¡Estar alerta! Y sobre todo, ponerte en modo: “No sé”.

Este modo es para hacerte a un lado y dejarte guiar. No es un modo en donde te instalas en la apatía. Aunque no lo parezca, es un estado muy activo.

La guía llega siempre como una confirmación. No te dicen exactamente qué hacer, porque las respuestas ya tienen tiempo llegando. Simplemente te confirman lo que han venido diciéndote para que dejes de dudar, para que aproveches el tiempo que tienes y no lo desperdicies.


Tu plan de vida te está rodeando todo el tiempo. Pero como los seres humanos siempre dudamos, entonces es que aparecen nuestros guías con esas confirmaciones. Es necesario que recuerdes que lo que tú crees que es el orden, no es el orden de tu plan de vida, ni el de la vida en general.

Cuando todo se "desordena" desde tú perspectiva, es porque la realidad lo está desordenando a propósito y quiere ordenarte de nuevo. ¿Te has dado cuenta que cuando quieres reordenar tu casa, primero se hace un caos? Porque quieres mover cosas de lugar, reorganizar, etcétera.


Si todo está desordenado: ¡maravilloso! Porque la realidad te va a reordenar a ti y eso es lo que queremos: que alguien, algo o este hermoso ser que sabe qué es lo que más te conviene, sí ordene tu realidad.

Y lo que tú tienes que hacer es permitirlo. Hazte a un lado en el control, sólo permítelo.


SOLTAR EL CONTROL


¡Es momento de cambios y muy importantes! ¿Quieres regresar al orden? Hazte a un lado porque el orden tú no lo conoces. Lo has intentado organizar tú todo el tiempo, pero te aseguro que no sabes lo que es el orden de la vida, por eso necesitamos dejárselo a ella.

Si hay algo que no te gusta y te genera carga, aunque sean situaciones cotidianas que te hacen preguntarte si el camino es el correcto, ponte alerta a lo que la realidad te contesta.

Cuando haya algo que no comprendas, haz una pregunta: ¿qué me querrá decir esto?, ¿qué propósito tendrá esto?, ¿qué se requiere de mí?, ¿qué tengo que ver aquí?, ¿cómo puedo hacer para verle el propósito a esto?

¡Eso es mantenerte en instante presente y alinearte para que la realidad te lo muestre! Es ahí, en el instante presente donde los guías interceden.

Espero que estos ejemplos te hayan hecho clic para que puedas estar alerta a los mensajes de la realidad.

Te agradezco mucho haber compartido conmigo este espacio. Te recuerdo que puedes seguirme en mis redes sociales, ¡nos leemos muy pronto!


Grisy Nava


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